Incertidumbre

Incertidumbre

5 noviembre, 2019 0 Por Arancha Pato

Incertidumbre. Esa es la palabra que define el momento actual por el que está atravesando el sector del automóvil. Las ventas de coches están en desaceleración. Más de 960.000 automóviles matriculados hasta septiembre no es una cifra mala, el problema es la tendencia. Con respecto a 2018 hay caída de ventas y los factores que influyen en esta situación son muchos: la guerra contra el diésel, las restricciones medioambientales, los controles de emisiones más exigentes o el parón político por la falta de Gobierno.

Todo ello desemboca en un mar de dudas que no beneficia a nadie.

La compra de un coche es una inversión a largo plazo; la media de edad de nuestro parque automovilístico es de más de 12 años, lo que significa que hay vehículos con 20 años circulando. No creo que el consumidor piense ahora mismo que tal vez en 2040 le prohíban usar su coche de combustión, pero sí que el alcalde de su ciudad decida en cinco años que no entra con ese vehículo en la urbe.

Los posibles compradores están despistados; les hablan de eléctricos, pero son caros y todavía complicados para el uso diario, los híbridos en ciudad bien pero en carretera los consumos se disparan, los diésel ni tocarlos… ¿Qué coche compro? Es la pregunta del millón.

Aunque los vehículos de combustión convencionales todavía tienen un largo futuro por delante, el proceso de transición hacia nuevas formas de movilidad se ha iniciado y me pregunta es: ¿estamos preparados para comprar una Harley-Davidson que no suena o un Mustang con formato SUV y 100% eléctrico?

Pues habrá que esperar, pero como dice nuestro sabio refranero: “el que espera, desespera”.