Sopa de letras
31 octubre, 2023 0 Por Arancha PatoSi no tenemos suficiente con la tecnología EV, HEV, PHEV, ahora llegan los nombres:
EV9, MX-30 R-EV, ë-C3… y mi preferido: e:Ny1. ¿Pero de verdad pagan a alguien por
“colocar” estas siglas a los nuevos modelos?, ¿dónde ha quedado el romanticismo, la
nota nostálgica que da bautizar a un coche? ¿Cómo hemos pasado de Honda Civic a
Honda “eniguan”?
El nombre de un coche es importantísimo. Una mala elección puede darle notoriedad,
y no por ser bueno; todos recordamos el Mitsubishi Pajero y otros ejemplos
desafortunados. Y creo sinceramente que estamos entrando en una nueva era de
nombres desafortunados. Parece que nos gusta adoptar ideas y denominaciones para
los avances tecnológicos que nos alejan todavía más de ellos. ¿Por qué casi todos los
electrificados van con siglas? Una apuesta: estoy convencida que una gran mayoría de
compradores de coches confunden el Honda CR-V con el Toyota CH-R.
En fin, batalla perdida. Se acabaron los nombres “cool”: AC Cobra, Dodge Viper, Seat
Bocanegra siempre estarán en nuestra cabeza. No sé yo si una denominación que más
que un nombre parece una sopa de letras pasará a la historia.
Por suerte siempre nos quedarán lo motes cariñosos que ponemos a nuestros amigos
de cuatro ruedas: Manolo, Fabrizzio incluso Megane Fox. Porque según un estudio de
una compañía aseguradora, 1 de cada cinco españoles ponemos apodos o nombres
cariñosos a nuestros vehículos. Y es que, tenemos salidas para todo.
Buena lectura